Sobre mí Santiago M.
Hola, Mi nombre es Santiago Mora y brevemente te contaré sobre mi experiencia con mascotas. Desde pequeño siempre quise un perro pero mis padres no me lo permitían porque pensaban que no iba a ser lo suficientemente responsable para darle cuidado, así que un día tomé la decisión de traer una cachorra labradora (su nombre es Maya) sin el consentimiento de mis padres. Era consciente de que probablemente se molestarían y me dirán que me deshiciera de ella pero me sorprendió que en menos de una semana la pequeña Maya se había ganado su corazón. Debo admitir que las primeras semanas fue difícil conciliar el sueño debido a que ella se sentía sola, al punto de tener que subirla a mi cama para ponerla entre mis brazos para darle calor y compañía. También hacía pipi por toda la casa, (el cual siempre limpiaba yo) mordía los zapatos y correteaba por todas partes como loca. Luego de 4 meses de sacarla al parque todos los días ella aprendió a sal...
Hola, Mi nombre es Santiago Mora y brevemente te contaré sobre mi experiencia con mascotas. Desde pequeño siempre quise un perro pero mis padres no me lo permitían porque pensaban que no iba a ser lo suficientemente responsable para darle cuidado, así que un día tomé la decisión de traer una cachorra labradora (su nombre es Maya) sin el consentimiento de mis padres. Era consciente de que probablemente se molestarían y me dirán que me deshiciera de ella pero me sorprendió que en menos de una semana la pequeña Maya se había ganado su corazón. Debo admitir que las primeras semanas fue difícil conciliar el sueño debido a que ella se sentía sola, al punto de tener que subirla a mi cama para ponerla entre mis brazos para darle calor y compañía. También hacía pipi por toda la casa, (el cual siempre limpiaba yo) mordía los zapatos y correteaba por todas partes como loca. Luego de 4 meses de sacarla al parque todos los días ella aprendió a salir sin una correa, siempre cerca mío, respondiendo a los llamados y más importante aún era su forma cariñosa de interactuar con los niños y con las personas. Al día de hoy estando lejos de ella estoy dispuesto a brindarle el mismo amor que le brindaba a Maya a otro perrito.