

Sobre mí Christian Alexander P.
Todo empezó cuando salí a visitar a mi tío Moisés en su trabajo y de pronto se nos acerco un perro de piel marrón muy clara con unos ojos bien grandes y un hocico muy esbelto, conseguimos descifrar su mirada no quería marcharse de allí, mientras nosotros nos preguntábamos ¿de quien era? pero al parecer era un perro de la calle buscando un amigo. Decidí llevármelo a casa, lo duche y le di de comer. A partir de allí empezó una relación bien fuerte entre nosotros, Peluchín era parte de la familia. Nos gustaba tenerlo en casa, transmitía mucha armonía y paz siempre estaba junto a el, haciendo deberes, mirando la televisión, cuando iba a jugar a fútbol me lo llevaba al parque, el era único, era un buen perro, para mi siempre sera el mejor, parece difícil creerlo pero era mi perro lo quería y lo extraño. Tan fuerte él, con su mirada cautiva y misteriosa, un suspiro lo delata... Hasta que un día tuvimos que llevarlo al pueblo de mis abuelos...
Todo empezó cuando salí a visitar a mi tío Moisés en su trabajo y de pronto se nos acerco un perro de piel marrón muy clara con unos ojos bien grandes y un hocico muy esbelto, conseguimos descifrar su mirada no quería marcharse de allí, mientras nosotros nos preguntábamos ¿de quien era? pero al parecer era un perro de la calle buscando un amigo. Decidí llevármelo a casa, lo duche y le di de comer. A partir de allí empezó una relación bien fuerte entre nosotros, Peluchín era parte de la familia. Nos gustaba tenerlo en casa, transmitía mucha armonía y paz siempre estaba junto a el, haciendo deberes, mirando la televisión, cuando iba a jugar a fútbol me lo llevaba al parque, el era único, era un buen perro, para mi siempre sera el mejor, parece difícil creerlo pero era mi perro lo quería y lo extraño. Tan fuerte él, con su mirada cautiva y misteriosa, un suspiro lo delata... Hasta que un día tuvimos que llevarlo al pueblo de mis abuelos "La Perla" para que acompañara a mi abuelo Flores en sus labores en el campo. Mi madre juntos mis dos hermanos Jean Paul y Milenne que en ese momento tenía 1 año de edad, teníamos que viajar a España iniciando una nueva vida con mi Padre Rolando. Hoy después de 15 años sigo pensando en él ... por lo que cuidar un perro, es acordarme de él mi perro querido. Hace poco mis padre viajaron a Perú, transmitiéndome la perdida de él, si pudiera tenerlo aquí ahora conmigo y tirarme en el sofá a jugar con el sin pensar en nada más, no creo que mis palabras fueran las que hoy desenlazan esta historia, por eso fiel al amor de mi perro Peluchín cuidare al suyo. Gracias señoras/es.