Sobre mí Daniel V.
¡Hola a todos! Me llamo Danny, tengo 28 años y soy trabajador. Mis aficiones incluyen: pintar, tocar la guitarra, leer, viajar y, por supuesto, achuchar a mi perra. De pequeño pensaba que era más de gatos que de perros, hasta que, a los 19 años, conocí a mi actual perra. Era el perro más alegre y cargado de vida que jamás había visto. Sin pensármelo dos veces, la adopté, y sigue conmigo hasta el día de hoy. Siempre he sentido una especial empatía hacia los animales. Cuando vivía en Inglaterra, estuve durante un tiempo trabajando de voluntario en granjas, ejerciendo tareas relacionadas con el cuidado de todo tipo de animales y, aunque el trabajo fue duro, mi inextinguible curiosidad hacia los animales hizo que fuese una experiencia muy gratificante (¡y sucia!) Tengo la opinión de que aparte de cariño y ternura, uno de los regalos más importantes que le puedes dar a un perro es sacarlo a pasear con frecuencia, y dedicarle un tie...
¡Hola a todos! Me llamo Danny, tengo 28 años y soy trabajador. Mis aficiones incluyen: pintar, tocar la guitarra, leer, viajar y, por supuesto, achuchar a mi perra. De pequeño pensaba que era más de gatos que de perros, hasta que, a los 19 años, conocí a mi actual perra. Era el perro más alegre y cargado de vida que jamás había visto. Sin pensármelo dos veces, la adopté, y sigue conmigo hasta el día de hoy. Siempre he sentido una especial empatía hacia los animales. Cuando vivía en Inglaterra, estuve durante un tiempo trabajando de voluntario en granjas, ejerciendo tareas relacionadas con el cuidado de todo tipo de animales y, aunque el trabajo fue duro, mi inextinguible curiosidad hacia los animales hizo que fuese una experiencia muy gratificante (¡y sucia!) Tengo la opinión de que aparte de cariño y ternura, uno de los regalos más importantes que le puedes dar a un perro es sacarlo a pasear con frecuencia, y dedicarle un tiempo cada día a jugar con él. Pienso que, entre todas cosas que te aporta tener a un perro, una de ellas es que te obliga a salir a la calle, pasar tiempo en el parque y hacer ejercicio. Es verdad que a veces puede dar pereza, pero después te das cuenta de que mereció la pena haber hecho ese esfuerzo inicial, porque pienso que si tu perro está contento... ¡tú también lo estás! Espero conoceros a ti y a tu peludito pronto, ¡Guau Guau!