Sobre mí Alejandro F.
Desde que mi memoria empezó a florecer en mi infancia más tierna ya sentía amor y pasión por los seres vivos, por todos en general y no sólo por las mascotas más usuales (perros, gatos...). Recuerdo que, a los 8 añitos, lloraba cuando veía a una mariposa que no podía volar, la intentaba curar con unas pinzas, pero sólo las mataba y sentía más pena aún (¡qué desastre!). Con todo esto quiero llegar a explicar un extremo, la pasión que tengo por los animales en general. Esa es mi motivación personal. Cuido día a día de mi perrita no por obligación, sino porque cuando la veo feliz y jadeante soy yo el que se calma y tranquiliza. Hago por ella lo que ella hace por mí sin yo pedirle nada. Lo mismo de lo mismo con cada mascota que me cruzo. Cuando me miran y revolotean como locos, mi mano no puede evitar acariciarlos y hablarles como si fueran personas. Eso es lo que son: mejores amigos que los seres humanos.
Desde que mi memoria empezó a florecer en mi infancia más tierna ya sentía amor y pasión por los seres vivos, por todos en general y no sólo por las mascotas más usuales (perros, gatos...). Recuerdo que, a los 8 añitos, lloraba cuando veía a una mariposa que no podía volar, la intentaba curar con unas pinzas, pero sólo las mataba y sentía más pena aún (¡qué desastre!). Con todo esto quiero llegar a explicar un extremo, la pasión que tengo por los animales en general. Esa es mi motivación personal. Cuido día a día de mi perrita no por obligación, sino porque cuando la veo feliz y jadeante soy yo el que se calma y tranquiliza. Hago por ella lo que ella hace por mí sin yo pedirle nada. Lo mismo de lo mismo con cada mascota que me cruzo. Cuando me miran y revolotean como locos, mi mano no puede evitar acariciarlos y hablarles como si fueran personas. Eso es lo que son: mejores amigos que los seres humanos.