Sobre mí Agustina G.
De momento me encuentro desempleada, y además de realizar alguna actividad fuera de casa, me gustaría poder utilizar mi tiempo para estar con nuestros amigos de cuatro patas. No hace mucho vivo en España, y extraño exageradamente a mi hijo Káiser, un Bóxer de 2 años a quién tuve que dejar en Argentina. Káiser, además de ser mi hijo adoptivo, es mi compañero de todos los días, así que podrán imaginar la falta que me hace. Afortunadamente, aquí en Barcelona, no hay perritos en situación de calle como en Argentina. Lo cual hace que tome la mala costumbre de llenar de mimos a cualquier perro que me pase cerca, atosigando a su pobre dueño sobre información sobre el perro (su nombre, edad, si es amistodo o no, si se porta bien, etc)
De momento me encuentro desempleada, y además de realizar alguna actividad fuera de casa, me gustaría poder utilizar mi tiempo para estar con nuestros amigos de cuatro patas. No hace mucho vivo en España, y extraño exageradamente a mi hijo Káiser, un Bóxer de 2 años a quién tuve que dejar en Argentina. Káiser, además de ser mi hijo adoptivo, es mi compañero de todos los días, así que podrán imaginar la falta que me hace. Afortunadamente, aquí en Barcelona, no hay perritos en situación de calle como en Argentina. Lo cual hace que tome la mala costumbre de llenar de mimos a cualquier perro que me pase cerca, atosigando a su pobre dueño sobre información sobre el perro (su nombre, edad, si es amistodo o no, si se porta bien, etc)