Sobre mí Vicky J.
Antes que naciera, mi casa era un criadero de pastores alemanes, he convivido con 11 perros de pequeña y a pesar de mi pasarlo mal, mis perros siempre me han robado una sonrisa en los peores momentos; es el mejor amigo que puede tener un niño y un adulto; la mejor terapia y el mejor ejemplo de amor incondicional; no hay perros malos, solo dueños irresponsables; a día de hoy convivo con gatos y nunca he extrañado tanto la compañía de un perro, sobretodo de mi querida Rotty, a la que llevaré siempre en mi corazón y que nunca olvidaré todo lo que hizo por mí, y la felicidad que me aportó; por desgracia, soy consciente que un perro grande no puede estar cómodo en un piso, porque aunque lo saques a pasear por la ciudad no le es suficiente, sólo espero algún día poder volver a tener perros conmigo no como dueño y mascota sino como compañero de la vida.
Antes que naciera, mi casa era un criadero de pastores alemanes, he convivido con 11 perros de pequeña y a pesar de mi pasarlo mal, mis perros siempre me han robado una sonrisa en los peores momentos; es el mejor amigo que puede tener un niño y un adulto; la mejor terapia y el mejor ejemplo de amor incondicional; no hay perros malos, solo dueños irresponsables; a día de hoy convivo con gatos y nunca he extrañado tanto la compañía de un perro, sobretodo de mi querida Rotty, a la que llevaré siempre en mi corazón y que nunca olvidaré todo lo que hizo por mí, y la felicidad que me aportó; por desgracia, soy consciente que un perro grande no puede estar cómodo en un piso, porque aunque lo saques a pasear por la ciudad no le es suficiente, sólo espero algún día poder volver a tener perros conmigo no como dueño y mascota sino como compañero de la vida.