Sobre mí Iván Alejandro A.
Yo nunca antes había tenido un perro. Pero en 2015 todo cambió. Un pequeño pastor alemán se sumó a la familia, fue rescatado de sus padres ya que era el menor de una camada de 9 perros y corría el riesgo de morir por falta de alimento. De hecho, vino muy debilitado, hubo que darle medicinas específicas para perro y curarle las heridas que tenía. No obstante, el perro siempre fue muy alegre y juguetón, además de que sabíamos que iba a ser de tamaño grande, por lo que decidimos ponerle el nombre de Sultán. Yo me hice el encargado principal del perro, de asegurarme de que tenía comida, tenía las vacunas, el chip, pasearlo, etcétera. Fue sin lugar a dudas una experiencia muy gratificante, de hecho, yo siempre lo consideraré mi hijo de 4 patas. No soy un experto, pero daré lo mejor de mí para que el perro se sienta a gusto, sea bien educado como perro y sea feliz. Porque su gran bondad lo merece.
Yo nunca antes había tenido un perro. Pero en 2015 todo cambió. Un pequeño pastor alemán se sumó a la familia, fue rescatado de sus padres ya que era el menor de una camada de 9 perros y corría el riesgo de morir por falta de alimento. De hecho, vino muy debilitado, hubo que darle medicinas específicas para perro y curarle las heridas que tenía. No obstante, el perro siempre fue muy alegre y juguetón, además de que sabíamos que iba a ser de tamaño grande, por lo que decidimos ponerle el nombre de Sultán. Yo me hice el encargado principal del perro, de asegurarme de que tenía comida, tenía las vacunas, el chip, pasearlo, etcétera. Fue sin lugar a dudas una experiencia muy gratificante, de hecho, yo siempre lo consideraré mi hijo de 4 patas. No soy un experto, pero daré lo mejor de mí para que el perro se sienta a gusto, sea bien educado como perro y sea feliz. Porque su gran bondad lo merece.