Sobre mí Sandra R.
Desde que nací he tenido siempre a mi lado un perrito. Bueno, más concretamente dos. Pero desde los 6 añitos tuve a mi perro, lo quise hasta su último día y aún lo quiero. Es tanto el amor y el cariño que le tuve que desde que se fue tengo un gran vacio.Es por ese gran amor y ternura que él me dió que siento tanta empatía con estos pequeños amiguitos. Fue mi angelito de la guarda cuando estaba mal. Esos paseos con él eran terapia. Al ser hija única era como mi hermanito. Él me enseñó que no hace falta hablar para entenderme, ni abrazarme para sentirme queida. Quiero que ese pequeño momento que comparta con su amigo sea muy especial para los dos. Y créame, le voy a querer y cuidar como si fuera mi angelito de la guarda.
Desde que nací he tenido siempre a mi lado un perrito. Bueno, más concretamente dos. Pero desde los 6 añitos tuve a mi perro, lo quise hasta su último día y aún lo quiero. Es tanto el amor y el cariño que le tuve que desde que se fue tengo un gran vacio.Es por ese gran amor y ternura que él me dió que siento tanta empatía con estos pequeños amiguitos. Fue mi angelito de la guarda cuando estaba mal. Esos paseos con él eran terapia. Al ser hija única era como mi hermanito. Él me enseñó que no hace falta hablar para entenderme, ni abrazarme para sentirme queida. Quiero que ese pequeño momento que comparta con su amigo sea muy especial para los dos. Y créame, le voy a querer y cuidar como si fuera mi angelito de la guarda.