Sobre mí Cristina M.
Me declaro amante de los perros, da igual la raza, el tamaño, si son juguetones o gruñones, el color... ¡son un encanto! Antaño tuve un mestizo de caniche y aún lo recuerdo cada día, era como un hermano para mí. Claro está, no solo nos hacen el favor de hacernos compañía y sonreír día a día con sus jugarretas y mimos, ellos también necesitan atención, salir varias veces al día a pasear, disfrutar del sol, del olor a mar, de la compañía de otros perros, en resumen ¡ser libres! salir de la casa para dar una vuelta en un mundo en el que todo les fascina. Si algo sé, es que tenemos que vivir más cómo los perros, querer a quien nos quiere, perdonar a quien nos hace daño (¡siempre con un límite claro!) y disfrutar todo al máximo.
Me declaro amante de los perros, da igual la raza, el tamaño, si son juguetones o gruñones, el color... ¡son un encanto! Antaño tuve un mestizo de caniche y aún lo recuerdo cada día, era como un hermano para mí. Claro está, no solo nos hacen el favor de hacernos compañía y sonreír día a día con sus jugarretas y mimos, ellos también necesitan atención, salir varias veces al día a pasear, disfrutar del sol, del olor a mar, de la compañía de otros perros, en resumen ¡ser libres! salir de la casa para dar una vuelta en un mundo en el que todo les fascina. Si algo sé, es que tenemos que vivir más cómo los perros, querer a quien nos quiere, perdonar a quien nos hace daño (¡siempre con un límite claro!) y disfrutar todo al máximo.