Sobre mí Juana E.
Desde que nací he crecido con perros, cuando era pequeña el pequeño perro sin raza de la familia, Héctor, se pasaba horas con el hocico metido entre los barrotes de mi cuna. Él me quiso siempre sin ninguna condición, sin pedir nada a cambio, sólo jugar y cuidarnos entre los dos. Un año después de que Héctor muriera adoptamos un cachorro de galgo, Aquiles, que a pesar de ser un pequeño trasto con el que tuvimos que lidiar enseguida fue poco y adoptamos otra galguita, Troya, y se quieren, y juegan, y se pelean, juntos parecen el yin y el yan. A día de hoy no me imagino la vida sin ellos, los quiero con locura y es maravilloso querer a estos animalitos, darte cuenta de que cada uno tiene su propia personalidad y forma de ser y conocerlos igual que a nuestros seres queridos (¿no es eso lo que son?). Así que estoy deseando querer y conocer a más perritos en mi tiempo libre. <3
Desde que nací he crecido con perros, cuando era pequeña el pequeño perro sin raza de la familia, Héctor, se pasaba horas con el hocico metido entre los barrotes de mi cuna. Él me quiso siempre sin ninguna condición, sin pedir nada a cambio, sólo jugar y cuidarnos entre los dos. Un año después de que Héctor muriera adoptamos un cachorro de galgo, Aquiles, que a pesar de ser un pequeño trasto con el que tuvimos que lidiar enseguida fue poco y adoptamos otra galguita, Troya, y se quieren, y juegan, y se pelean, juntos parecen el yin y el yan. A día de hoy no me imagino la vida sin ellos, los quiero con locura y es maravilloso querer a estos animalitos, darte cuenta de que cada uno tiene su propia personalidad y forma de ser y conocerlos igual que a nuestros seres queridos (¿no es eso lo que son?). Así que estoy deseando querer y conocer a más perritos en mi tiempo libre. <3