Sobre mí Mariam B.
Mi compañera, mi pareja y yo somos animalistas y colaboramos con varias asociaciones y protectoras. Estudié adiestramiento en positivo, aunque no ejerzo como adiestradora, si bien ayudo a corregir y mejorar los comportamientos inadecuados de los perros que cuido, y también hice el curso de auxiliar de clínica, por lo que sé cómo actuar en caso de accidente o emergencia. Vivo y he vivido siempre con perros y gatos desde niña. Nos encantan los animales y en especial los perros. Vivimos por y para ellos. Disponemos de un piso grande en Madrid, con tres zonas delimitadas por vallas, para guarderías y doggysitter, y de finca cerca de Madrid de 4.000 m2 totalmente vallada y acondicionada para ellos, parcelada para poder separar perros según tamaño o carácter, donde podrán correr, jugar y disfrutar en plena naturaleza con total seguridad. Los perros en casa están como en su casa, y nunca se quedan solos porque siempre hay al menos una...
Mi compañera, mi pareja y yo somos animalistas y colaboramos con varias asociaciones y protectoras. Estudié adiestramiento en positivo, aunque no ejerzo como adiestradora, si bien ayudo a corregir y mejorar los comportamientos inadecuados de los perros que cuido, y también hice el curso de auxiliar de clínica, por lo que sé cómo actuar en caso de accidente o emergencia. Vivo y he vivido siempre con perros y gatos desde niña. Nos encantan los animales y en especial los perros. Vivimos por y para ellos. Disponemos de un piso grande en Madrid, con tres zonas delimitadas por vallas, para guarderías y doggysitter, y de finca cerca de Madrid de 4.000 m2 totalmente vallada y acondicionada para ellos, parcelada para poder separar perros según tamaño o carácter, donde podrán correr, jugar y disfrutar en plena naturaleza con total seguridad. Los perros en casa están como en su casa, y nunca se quedan solos porque siempre hay al menos una persona responsable y capacitada con ellos, y casi siempre dos. En los paseos me aseguro de no llevar nunca más de cinco, siempre que todos sean tranquilos y se lleven bien, y tengan todos el mismo nivel de actividad. Las presentaciones a los nuevos miembros las hacemos poco a poco. Únicamente soltamos a los perros cuyos dueños nos han dado permiso en zonas valladas, absolutamente seguras, y sólo una vez que han creado sentimiento de manada: nunca por pleno campo y por supuesto menos por las calles en ciudad. Tenemos acuerdo con un veterinario al que poder acudir incluso por teléfono para que nos dé pautas de actuación en caso de urgencia.